El 13 de junio Anastasia Lechtchenko confesó ante las autoridades ser la asesina de su propia madre, Yulya Masney, de 42 años, de origen ruso pero naturalizada mexicana, y de su hermana de 12 años, cuyos cuerpos fueron encontrados descuartizados tres días antes en su casa en Tijuana, Baja California.
Según los reportes de la prensa local, Anastasia confesó que decapitó y desmembró a su mamá y hermana, a una le sacó el corazón y los ojos a la otra, para tirarlos por el retrete por creer que ambas realizaban brujería en su contra.
Sin embargo, en los últimos días la joven Anastasia denunció haber sufrido tortura y abuso sexual para que se declarara culpable del asesinato de su madre y de su hermana, dijo el abogado de la acusada, versión que fue rechazada de inmediato por la fiscalía.
"En su declaración muestra golpes visibles y que fue abusada sexualmente, de eso hay constancia, y se le aplicó el Protocolo de Estambul, el cual se aplica cuando una persona es torturada para obtener una confesión", dijo Gabriel González, abogado de la joven.
Dijo que toma los señalamientos sólo como una estrategia de la defensa y que la Procuraduría presentó diversos elementos para demostrar que Anastasia Lechtchenko asesinó y desmembró a su madre y a su hermana, incluyendo testimonios de personas a quienes ella confió.
