El mismo día de la mudanza, llegó un camión de transporte dos horas antes. La pareja no desconfió en ningún momento y metieron todos los muebles en el camión. En 45 minutos terminaron de subir sus cosas. A las horas, otro camión llegó. Este era el verdadero camión de la mudanza que habían contratado.
La pareja creía lo que estaba ocurriendo y llamaron a la policía para denunciarlo, pero las autoridades no pudieron hacer nada, según explican los medios locales. El valor de las pertenencias robadas sería aproximadamente de unos 14,000 euros.
A partir de ahora, Becky y Mark se pensarán dos veces antes de publicar informaciones privadas a través de las redes sociales, como lo es Facebook.
¿Y a ti o a algún familiar o conocido le ha pasado lo mismo? ponlo en los comentarios.